El Papa Francisco no leyó su discurso por sus problemas de salud pero saludó a muchas familias y niños en el Vaticano
El papa Francisco recibió a los trabajadores y pacientes del hospital pediátrico ‘Bambino Gesù‘ y, aunque no pudo leer su discurso por un resfriado, dedicó un largo rato a saludar a las familias y a sus niños, algunos llegados de Ucrania y Gaza por motivos humanitarios.
«Me alegro de verles. No me he recuperado y por eso no puedo leer bien mi mensaje. Lo hará monseñor Ciampanelli por mi. Gracias», explicó, suscitando el aplauso de los fieles, al comienzo de la audiencia en el Aula Pablo VI del Vaticano.
Su cercanía con los fieles
Tras el mensaje, pudo saludar personalmente a muchos de los más de tres mil médicos, investigadores y personal vario del ‘Bambino Gesù’, uno de los hospitales pediátricos de referencia en Europa y que este año celebra sus cien años como propiedad de la Santa Sede.
Pero sobre todo a numerosas familias con niños enfermos, a los que bendijo, abrazo e incluso firmó autógrafos escribiendo la letra «F» sobre el papel.
Previamente, en su discurso -leído por su colaborador- el papa había encomiado la labor de este hospital pediátrico fundado en 1869 y que hace cien años fue donado al Vaticano por sus antiguos dueños, la familia de los duques Salviati.
«Queridos hermanos y hermanas, les confieso que cuando visito el ‘Bambino Gesù’ tengo dos sentimientos encontrados: siento dolor por el sufrimiento de los niños enfermos y de sus padres; pero al mismo tiempo siento una gran esperanza viendo todo lo que se hace por curarlos. Gracias, ¡gracias por todo esto!», animó.
Y terminó: «Continúen con esa bendita obra. Os bendigo de corazón y rezo por vosotros. Y también ustedes, por favor, recen por mi». (Diario 26)