Crisis hídrica en Uruguay: llegó la lluvia y aplacó la sequía histórica que padece el país

 Crisis hídrica en Uruguay: llegó la lluvia y aplacó la sequía histórica que padece el país

A dos meses de la declaración de la emergencia sanitaria, el país encuentra alivio en unos chaparrones.

Tras una lluvia intermitente y la ayuda de una planta desalinizadora, la calma llegó a Uruguay, que logró aplacar la peor sequía en la historia del país. Según los datos y pronósticos oficiales, se espera que las precipitaciones aumenten y la mejora sea total.

Desde 2020 que la república oriental del Uruguay está haciendo frente a la falta de agua, pero la sequía se intensificó en 2022 cuando el embalse de Paso Severino llegó a tener una reserva de 900.000 metros cúbicos de agua en una capacidad de 67.000.000.

A pesar de la llegada de la lluvia, todavía no hay suficientes reservas de agua potable. Hasta el momento, se recuperaron unos 11.395.187 de metros cúbicos de agua, según el diario de OSE y se espera que los pronósticos de precipitaciones abundantes, que llegaron en la segunda quincena de agosto, transformen la situación.

El Instituto Nacional Uruguayo de Meteorología (Inumet) adelantó que habrá altas temperaturas, a pesar de que en la región es invierno, que chocarán con la llegada de un frente frío que traerá, al menos, 50 milímetros de lluvias.

La crisis hídrica en Uruguay

El pasado 19 de junio, el Gobierno de Uruguay decretó la emergencia hídrica en el área metropolitana y llevó adelante diversas medidas para garantizar a la población el acceso al agua potable.

Frente a la crisis, el presidente del país Lacalle Pou ordenó instalar una planta desalinizadora y una estación de bombeo desde uno de los principales ríos del país. Esta medida abastecerá a toda la zona metropolitana, ya que tiene una capacidad de procesamiento de 300.000 litros y de potabilizar 150.000 litros por día.

Mientras que la central de bomberos dará agua a unas 150.000 personas, según informaron autoridades de la Cámara de la Construcción de Uruguay. Además, para combatir la sequía, el Gobierno instaló 11 kilómetros de tuberías para traspasar agua desde la Argentina y Brasil para bombear 200.000 metros cúbicos por día.

Este fenómeno natural, provocó una «continua disminución de la calidad del agua» que puso en alerta a la ONU, que calificó la situación de “alarmante” que afecta a los grupos más vulnerables de la sociedad. La crisis hídrica hizo que los bidones de 6,25 litros de agua dulce pasaron de costar 129 pesos uruguayos (3,27 dólares) a 89 pesos uruguayos (2,25 dólares).(Diario 26)

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