Silvina Luna lucha por su vida y su familia pide una cadena de oración: «Ya no reacciona a los tratamientos»
En medio de su lucha por recuperarse, Silvina Luna volvió a encender las alarmas al ser trasladada nuevamente a la unidad de cuidados intensivos del Hospital Italiano. Su estado de salud se tornó crítico en las últimas horas y sus seres queridos se unieron en una cadena de oración con el fin de que pueda acceder al tan esperado trasplante de riñón.
La noticia la comunicó su hermano, Ezequiel Luna, quien reveló en LAM (América) que Silvina «ya no reacciona a los tratamientos médicos» por lo que, en las redes sociales, varias personas se unieron en cadena de oración para esperar el milagro.
“Están evaluando intubarla. Está muy débil, su estado empeoró y es muy crítico. Está muy delicada. Está en terapia, agua en los pulmones, y están esperando el momento para volver a ponerle el respirador. La están alimentando con sonda, el aparato digestivo no le está funcionando como debería”, informó Ezequiel Luna en un mensaje dirigido a Ángel De Brito y compartido en el programa LAM por Yanina Latorre.
Desde su ingreso al Hospital Italiano el 13 de junio, tras presentarse en la guardia por malestares, Silvina enfrentó diversos altibajos en torno a su estado de salud. Si bien logró ser extubada luego de un mes y recibió visitas, su situación actual es un giro radical en el camino hacia su recuperación.
Cuál fue la cirugía estética que se realizó Silvina Luna
El desafío que Silvina Luna enfrenta se gestó por los efectos de una cirugía estética que cambió su vida de manera irreversible. Más de una década atrás, buscando cumplir con un ideal de belleza, se sometió a una intervención quirúrgica que tuvo consecuencias devastadoras.
La presión social y la búsqueda de aceptación la llevaron a confiar en el llamado «médico de las famosas», Aníbal Lotocki, quien le inyectó biopolímeros (polimetil metacrilato) en glúteos y muslos. Esto resultó en una hipercalcemia e insuficiencia renal que marcaron un punto de quiebre en su vida.
Silvina, recordada por su participación en el programa Gran Hermano, compartió previamente sus experiencias y reflexiones sobre este doloroso capítulo de su vida. En sus propias palabras, expresó: “Tuve muchas presiones. Y muy pocas herramientas también… El cuerpo hegemónico era todo. Se usaban las tetas grandes y el culo acá arriba. Y yo me dejé llevar por eso, por buscar una seguridad en el exterior y querer cumplir con ese estereotipo. Eso me llevó a esa operación”.
Las consecuencias de la operación afectaron enormemente su calidad de vida. Lo que comenzó con análisis regulares y procedimientos para remover las piedras en sus riñones, se convirtió en una necesidad de diálisis y, finalmente, en la espera de un trasplante de riñón que aún no se concretó.(Diario 26)