Sequía en Uruguay: el agua distribuida es «no potable» y «no segura», según los expertos

 Sequía en Uruguay: el agua distribuida es «no potable» y «no segura», según los expertos

En medio de la crisis extrema que enfrenta Uruguay por la falta de agua, dos académicos explicaron porqué el agua que se distribuye desde abril no es potable y por qué sus principales fuentes están en peligro.

El pasado 5 de julio, el Gobierno uruguayo anunció que el agua distribuida en los departamentos de Montevideo y Canellon no era de baja calidad. Sin embargo, para el ingeniero civil Danilo Ríos, que se desempeñó como gerente general de la distribuidora de agua estatal Obras Sanitarias del Estado (OSE) entre 2006 y 2015, el agua es «no potable».

Según el ingeniero, el agua no es segura porque «no cumple con las normas de potabilidad» y porqué además, «tiene concentración de trihalometanos por encima de la norma», un contaminante de efecto crónico que no se encuentra en las aguas naturales y que se crea al desinfectar el H2O con cloro.

¿Por qué hay tantos químicos en el agua?

Los aumentos de cloro en el agua que se entrega a la población de Uruguay, se deben a la mezcla de agua salada y dulce que comenzó a implementarse con la sequía. «El agua del Río de la Plata tiene bromuros que potencian la formación de trihalometanos», señaló el ingeniero civil.

Por su parte, la ministra uruguaya de Salud Pública, Karina Rando, asegura que la presencia de estos químicos solo afectará la salud si se consume «por decenas de años». Pero para Danilo Ríos, un agua con altos niveles de estos químicos no puede ser segura.

El derecho al agua y el peligro de las fuentes

Según el artículo 47 de la constitución del país, desde el 2004 el acceso al agua potable y al saneamiento son «derechos humanos fundamentales«. El agua es esencial para la vida, pero a lo largo de los años se aprobaron normativas que favorecen la privatización de este recurso natural, indicó la integrante de la Comisión Nacional en Defensa del Agua y de la Vida fundada en 2002, Aharonian.

El río Santa Lucía, que abastece a la capital y al 60% de la población, está en peligro «desde hace 10 años» y está en peligro por vertidos industriales y agrotóxicos no controlados, según Aharonian.

El derecho al agua «se ha ido violando una y otra vez a través de distintas medidas», señalo la integrante de la Comisión Nacional en Defensa del Agua y de la Vida y que ante la crisis hídrica declarada el 19 de junio, la población comenzó a abrir los ojos.(Diario 26)

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